Un espíritu innovador vivo, indestructible, un diseño de bicicleta cautivador y con los pies en la tierra, la tecnología más avanzada... todo esto es lo que reúne la marca Diamant. Made in Germany siempre es un buen argumento, y si además se trata de una verdadera joya entre las bicicletas de calidad, ¿por qué dudar?
En el libro más antiguo de la humanidad, las canas se describen como una corona de belleza, ya que las personas maduras a menudo solo pueden tomar las decisiones verdaderamente sabias gracias a sus experiencias vitales. En lo que respecta al fabricante Diamant, esta asociación polifacética es totalmente aplicable... 135 años de experiencia convierten al fabricante en una eminencia, aunque las influencias no solo provienen de aspectos positivos, sino también de algunas derrotas. Sin embargo, los fabricantes nunca se han dado por vencidos, sino que siempre han demostrado estar en condiciones de levantarse de nuevo inmediatamente.
El hombre de la industria de la bicicleta
Todo empezó en 1885, cuando Friedrich Nevoigt desarrolló platinas para máquinas de tejer debido a su repentino desempleo. Nevoigt convirtió su necesidad en un gran éxito. Pero, ¿qué tienen en común las máquinas de tejer y los cuadros de bicicleta?
El astuto Nevoigt, que entretanto había convencido a su hermano para que se uniera al tándem empresarial, descubrió inesperadamente lo bien que se adaptaba el acero diamantado a los cuadros de bicicleta. En lugar de utilizar este material para plumas de escribir —con lo que Nevoigt sustituyó entretanto la producción de máquinas de tejer debido a la caída de las ventas—, decidió dedicarse al desarrollo de cuadros de bicicleta. El éxito no se hizo esperar y pronto los logros de Nevoigt recibieron un nombre de marca: DIAMANT. El logotipo, la "cabeza", así como el nombre de la marca, son representativos de los motivos del fabricante: crecer con inteligencia y con los más altos estándares de calidad hasta convertirse en uno de los líderes del mercado.
Años más tarde, Opel se hizo con el control de la empresa, pero este revés inicial se convirtió en una bendición, ya que gracias a esta influencia, Diamant pudo ofrecer las primeras bicicletas de reparto con motor en 1934.
La dirección logró separarse de nuevo de Opel, lo cual fue la decisión correcta, ya que los estándares de calidad eran significativamente superiores a los del fabricante de automóviles. Pero la Segunda Guerra Mundial ya se avecinaba. Como por arte de magia, las fábricas de Diamant se salvaron de las bombas y de las acciones de desmantelamiento de la URSS.
Quien se adentre en la larga historia del fabricante descubrirá rápidamente que la odisea aún no había terminado. Debido a diversas circunstancias, Diamant estuvo a punto de desaparecer en varias ocasiones, pero ninguna crisis pudo con el fabricante. ¡La asociación con la piedra preciosa más valiosa es perfecta! Convertidas en joyas bajo mucha presión y pulidas a través de innumerables experiencias, estas bicicletas no solo se presentan como productos de primera clase, sino también como emociones tangibles, con las que cada comprador también está, por así decirlo, "montando una declaración".
Diamant quiere mover
Las mentes que están detrás de Diamant definen sus exigencias con cuatro conceptos: guiar, cambiar, llevar y entusiasmar.
Con solo echar un vistazo a una bicicleta Diamant con su logotipo, queda claro que estamos ante un fabricante con mucha historia. Diamant ha conseguido no solo honrar las tradiciones, sino también combinarlas con la modernidad, no dejándose llevar por exigencias superficiales, sino demostrando lo valioso que es el lugar que ocupa el pasado en el futuro.
Diamant, el sajón con segunda residencia en Suiza, ahora está bajo el mando de Trek Bicyle. El patrimonio de Diamant, que se ha hecho rico (en el sentido de sabio) a partir de malas experiencias, garantiza que con una bicicleta Diamant se hace todo bien.
Diamonds...
Las bicicletas eléctricas Diamant se anuncian con un evidente amor por el detalle y los premios de diseño.
El período de garantía del cuadro, que asciende a la friolera de 40 años, es impresionante. Los fabricantes no solo creen en sus buenas bicicletas, sino que equiparan todas sus promesas con hechos.
Para todos los mayores que deseen una experiencia de conducción sólida, pero que no quieran renunciar a la última tecnología y ergonomía, una bicicleta Diamant debería ser la primera opción, al igual que para todos los jóvenes ciclistas de trekking que prefieren principalmente el estilo retro y clásico.